De muy pequeña solía pasar las tardes en la casa de mi nona, un poco porque tenía la pileta y otro porque con los años me enteré de que yo era su debilidad y ella la mía.
Era una gran cocinera, me quedaba paradita observándola. Apenas si llegaba al ras de la mesada (la altura nunca fue un don para mí concedido) me estiraba lo más que podía y apoyaba la pera, abría los ojos grandes y era como estar en un programa de cocina sólo para mí .
La veía preparar pizza rellena, torta de arroz, fideos con los rayos de la bicicleta, la sopa así fuera verano. Recuerdo que cada mediodía cuando volvía del jardín ella me estaba esperando en la puerta con su delantal floreado.
Era una artista, un ser de otra galaxia a las órdenes del buen sabor y yo, su ayudante. Mi tarea, muchas veces, consistía en ponerme su delantal y juntar limones, ella me explicaba cómo hacer para que no se caigan, me enseñaba a elegirlos, olerlos, será por eso que todo postre con limón me encanta.
Los invito a preparar unos cuadraditos de limón muy fáciles y ricos, se cocinan súper rápido, así que vienen bien para encender el horno un ratito y escribir en nuestros libros de la buena memoria.
RECETA
- · 80gs de manteca
- · 200gs de azúcar
- · 1 Huevo
- · Ralladura de 1 limón
- · 150 cc de leche
- · 150gs de Harina
- · 1 pizca de sal
- · 1 cdta. Polvo para hornear
Primero baten la manteca pomada con el azúcar hasta que quede clarito, le agregan el huevo y la ralladura de limón.
Una vez que está integrado van agregando la leche y la harina (con la sal y el polvo para hornear) alternadas, un poco y un poco, hasta que esté todo integrado.
Lo vuelcan en un molde enmantecado y enharinado, yo suelo espolvorearle azúcar por arriba para que se haga una cubierta crocantita, sino le pueden poner azúcar impalpable después de cocinarla.
Va a horno moderado, alrededor de 30min, pero depende mucho del horno así que controlen, ante la duda la pinchan con un cuchillo y si sale seco ya está lista.
Mientras disfruto de unos cuadraditos de limón con unos mates, pienso en escribir en los libros de la buena memoria, mi buena memoria, soñando que puedo cocinarle a mi nona, que sea la invitada de lujo en mi cocina.