martes, 5 de febrero de 2019

Oh no, vino el vegano


El omnívoro suele temer cuando recibe al vegetariano a su casa. Si el menú de la jornada era asado o cualquier corte de carne al horno la cosa se complica. Ni hablar si el invitado es vegano.
Porque, además, una parte de la conversación va a estar destinada a revolear consejos o teorías alimentarias, de dudosa comprobación científica, como el querido “tenemos colmillos…”; tampoco colabora el ataque contra el especista, “...es un asesinato”, no es por tibia, la alimentación es compleja. En ella intervienen factores culturales, emocionales y claro, vitales. Para vivir necesitamos comer. Además, ese acto tiene una intensa relación con el placer. Entonces, la propia alimentación nos convoca a cuestionarnos y estar a la defensiva suele ser la primera reacción.

Los argumentos, los dichos, dan para mucho pero el mundo necesita más amor, así que voy a compartir una receta para el vegeta que cae al asado, o para hacer algo diferente un día cualquiera.

Morrón en mitades, una vez cocido rellenar con cous cous, tomate, pepino, cebolla, lechuga, aceite de oliva y limón. Pueden poner por arriba perejil picado,semillas, queso, untable de girasol o zanahoria, las opciones son tan infinitas con la finitud de lo que tengan en la heladera.

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