¿Cómo saber si sos un intenso?
Cuando se pone de moda una palabra es fácil caer en sus redes, ahora la onda es ser intenso. Bueno, ahora es hora hace tiempo.
Qué es ser intenso, en principio, no sólo me suena algo propio, sino también algo deseado. Por qué, porque el opuesto suena a débil, a frágil, a tibio. Nadie quiere ser pecho frío, cuál hincha de club que se cree grande pero no lo es (inserte aquí nombre de algún club).
Pero así como todo parece re simpático, también puede tener la carga negativa. Una vez un pibe me dijo que le daba miedo mi intensidad, que eso de hacer tantas cosas, de tener tanto interés le parecía que podía ser medio pesado. La verdad es que me causó gracia, desde mi perspectiva a mayor vida personal menos densitud al otre, pero claro, para el tibio la imagen es “esta piba va a pretender un rally de cocina, literatura y sexo desenfrenado”, bueno, sigue sin sonarme mal…
A decir verdad si soy honesta, aunque sea un poquito, el opuesto a intensidad, también es suavidad, hundirse en el agua y flotar ligero.
Si ser intenso es repetir una misma canción 12 veces al día, ser ligero es escuchar el disco entero. La traducción en cocina puede ser algo así como si te gusta el picante sos intenso, aunque ojo, también es cuando encontrás un ingrediente que te gusta y lo usas hasta en el café con leche, porque el intenso es insistidor. El intenso aparte es contagioso, es el que con las mismas dosis de ansiedad y alegría comparte lo que descubrió.
Mi intensidad gastronómica ha pasado por varios estadíos, pero la estrella supieron ser los salteados durante muchos años. Verdura que se compraba iba a parar al wok. Como metrogas me cortó el gas, hace unos domingos hice una versión usando el horno eléctrico y una hornalla de camping. (UPDATE: Volvió el gas)
Por un lado hidraté hongos de pino, con esos hongos y el líquido de la hidratación herví (en una hornalla de camping) arroz. Yo elegí uno de grano gordo y corto, porque me gusta que el arroz quede cremoso. ¡Atención! al usar el líquido de la hidratación de los hongos es conveniente enjuagarlos previamente, así evitamos que puedan tener tierra.
Mientras eso se cocinaba, corté morrón, tomate, ajo y berenjena en cubos, que los hice asados en una placa con aceite de girasol y salsa de soja.
Después de unos minutos integré todo y me fuí a “intensear” al balcón.
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