Retomar el blog, por enésima vez implica varias cosas. Una es saber que va a ver un vigésima. Otra, repasar los intentos, leerse así mismo es un ejercicio extraño. Es viajar a propias versiones, a sabernos los mismos pero diferentes, a recordar quiénes éramos, qué hacíamos, con quién estabamos, qué comíamos, qué música era la elegida. Es como viajar en el tiempo, palabras hechas disparos sensoriales.
¿Nos gusta el espejo del pasado? La tercera persona acompaña la pregunta íntima, es más fácil este viaje si hay alguien del otro lado. También, es desnudar el mismo deseo, que se viste de insistencia, que deshace los mandatos, escribir se parece mucho a cocinar. Es alquimia, es transformación, ingredientes, es gestar, parecido a hacer definiciones constantes. Escribir o cocinar alimentan.
Aquí estoy, hecha búsquedas para desayunar, porque me debo a mi público (?). Suelo desayunar lo obvio, pan con queso y mermelada/miel, o bien fruta fresca y fruta seca. Aún así, a veces hago algunas alternativas, panqueques, budines, licuados. Así que los lunes intentaré compartirles algunas de mis ideas de desayuno. De paso se convierte en un nuevo desafío personal, los lunes se hace al menos un saludo al sol (porque yoga) y se desayuna. La promoción se puede mudar de día, pero que no decaiga la intención.
Esta vez hice una tortilla de banana, mandé a la licuadora una banana, un huevo, con dos cucharadas de azúcar, una cucharada de coco rallado, y harina integral con una pizca de bicarbonato y sal. Arranqué con 5 cucharadas y fui agregando hasta espesar, va a depender mucho del tamaño de la fruta. Así que, les recomiendo incorporar harina hasta que quede una mezcla densa pero no pesada. La idea es que quede húmedo.
Después, lo mandé al horno hasta que coaguló y lo serví con un durazno cortado en gajos. Lo ideal en un desayuno es que tenga todos los macronutrientes, hidrato de carbono, proteína y grasa. Así que pueden agregarle una cucharada de queso crema, manteca de maní, fruta seca o cereales.
Se puede reemlazar la harina por avena?
ResponderEliminarSi Estefi, aunque mi recomendación es que previamente la hidrates para que se pueda digerir mejor. Podés dejarla a la noche, una taza de avena, 1/2 taza de agua y un chorrito de limón. A la mañana hacés el resto de la mezcla, es más podés no usar el huevo porque entre la banana y la avena va a coagular perfecto!
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