lunes, 24 de octubre de 2011

Panes High Hopes


“El libro que empecé se apiló arriba del otro libro que había empezado, arriba  de las fotocopias que imprimí, sobre la última edición de mi revista preferida.  Los ruidos no me dejan concentrar y el cansancio fue la excusa perfecta para dejar marchitar las flores del balcón.
Es una elección, la misma que me permite distinguir el ruido de la  música o el mal humor ajeno del propio.”

Me  la pasé buscando rimas, o historias, pero todo me parecía cursi, o demasiado obvio (la rutina, el cansancio, etc.)  Las ideas se me apilaban como los libros  y quedaban aplastadas. Quizás sea obvio, o quizás no haya una cadena de palabras perfectas para cada historia, como tal vez  no encuentre los ingredientes perfectos para cada receta y sea el capricho o la intuición la que reine, pero a mi está canción me da ganas de hacer pan, de tener la cuevita calentita,  de ver a Mona cerca del horno buscando calor y alguna sobra.
Esas ganas de esperar (esperanzas) para  descubrir, casi mágicamente,  un bollo tibio y gigante debajo del repasador.  Esas ganas de dar forma a un conjunto de cosas que separadas son otras, que se renuevan sin olvidar su esencia, como las fotocopias, la revista y los libros.

Pan Integral de oliva y romero 
Este pan es bien saladito, como para acompañar unos huevos revueltos o en una picadita. Es ideal para tenerlo congelado y darle vida uno de esos días que llegamos tarde y no queremos descartar la probabilidad de una cena rica pero rápida y sencilla.
Ingredientes
·         800gs Harina Integral Fina
·         200gs Harina común
·         Aceite de oliva
·         Agua tibia
·         10 gs. De levadura seca
·         Romero Seco
·         Sal Gruesa para la cubierta
·         Romero fresco para la cubierta
·         Sal común (para la mezcla, pero pueden obviarla ya que la sal de la cubierta va a equilibrar si le falta sal a la masa)

Primero mezclan las harinas y  el romero seco, si usan sal es el momento de agregarla,  hacen un hueco y suman la levadura seca con una cucharadita de azúcar (opcional). Agregan el aceite de oliva y arenan (van integrando la harina y aceite con la  yema de los dedos), una vez que absorbió todo el aceite van agregando agua tibia. Calculen un 60% de agua x peso de secos, vayan agregando de a poco, no es exacto porque las harinas varían mucho. La unen bien y la dejan reposar no más de diez minutos para que la masa se relaje, así es más fácil amasar. Una vez que se relajó la amasan, la idea es que quede una masa lisa para que cuando lo lleven al horno no se “abra” y quede desprolijo, cuanto más suave y ligero es el amasado más lisa va a quedar. Una vez terminado el amasado la dejamos relajar nuevamente  y la llevamos a una placa untada con aceite, estiran la masa y con los dedos hacen pocitos (sin perforar la masa) para ubicar el romero fresco y la sal gruesa. Ojo que con las cantidades que les pasé sale más de una placa, tienen dos opciones separar  masa cruda y congelarla así. Congelar masa cruda es una buena opción para lo que no les gusta el pan descongelado o cocinar todo y congelarlo ya cocido en porciones.
Lo llevan a horno medio, dependiendo el tamaño de la placa es lo que va a tardar, tiene que estar la base doradita. 

Opción Pan Integral con sésamo
Esta es una opción más flexible, a mi me encanta combinarlo con miel y hacer un desayuno bien poderoso acompañado de unos matecitos.  Aunque también va para un sándwich de salmón y queso o una hamburguesa casera con mostaza de Dijon o para untar hummus.
·         800gs Harina Integral Fina
·         200gs Harina común
·         Aceite de canola (puede ir oliva)
·         10 gs. De levadura seca
·         Agua tibia
·         Sal a gusto
El proceso de amasado  es igual que el anterior, sólo que en el momento que agregábamos el romero fresco agregan las semillas. A la hora de bollar queda mejor darle formita de pan o hacer un bollito y aplastarlo (como para hamburguesa). Luego los pintan con leche y le agregan el sésamo por arriba.


lunes, 19 de septiembre de 2011

Salteado Nude



Es extraño quizá, pero a veces, y sólo a veces, tengo tantas ganas de hacer cosas que no alcanza el tiempo. Pero el tiempo, poderoso como pocos, se lleva esas ganas con su ausencia y me encuentro en limbos de tiempo perdido.
Hace mucho que vengo tratando de contar historias, encuentro recetas, pero siempre caigo en la sensación de la falta de ese ingrediente mágico y secreto que llene de aromas mi cocina. Aun así, siempre hay  motivos para contar, para probar, siempre hay una sensación bailando en un delantal inquieto.
Y el tiempo, ese poderoso, engañoso, ese ladrón de ganas, cumplió dos años conmigo en una  cuevita naranja. Dos años de aprender a comer y cocinar cosas nuevas,  de compartir juegos con una gata ninja disparando por toda la casa, de aromas que me abrazan. Dos años, con sus días y sus noches, plantando colores en mi balcón, con canciones que se repiten en un loop sentimental  y caprichoso.
Les dejo la receta de un salteado con fideos de arroz,  es muy fácil, pero uno de los platos que se preparan en menor tiempo y que son muy sabrosos. Uno de esos platos para zafar.           


 Salteado oriental
·         Fideos de arroz (medio paquete chico)
·         ½ Morrón Rojo
·         ½ Morrón Verde
·         ¼ Morrón amarillo
·         1 Zanahoria
·         1 cdta. de azúcar
·         1 Pechuga de pollo        
·         Salsa de soja
·         Vino de arroz
·         Ajo
·         Jengibre

También le pueden poner repollo, cebolla, brotes de soja, zapallito …..o bien, comprar esas bandejitas ya cortadas en la verdulería.
Por un lado, vamos a poner a hervir agua para los fideos. Cuando el agua llega a hervor apagan el fuego y echan los fideos, en tres minutos ya están cocidos.
Importante: Saltear a fuego fuerte.
Cortan el pollo en tiritas y lo saltean con aceite neutro, ajo picadito y jengibre fresco picado o en rodajitas. A penas cambia de color el pollo lo sacan, para que no se les pase, sino queda como un cartón.
Agregan un chorrito más de aceite y saltean las verduras con una cucharadita de té de azúcar, cuando crepitan mucho, le agregan un chorrito de vino y la salsa de soja.
Una vez que están listas las verduras, no del todo cocidas sino crocantes, le suman el pollo agregan salsa de soja y listo.
Yo no salteo los fideos para que no absorban nada de aceite, cuando sirvo le pongo más salsa de soja para que queden impregnados y listo.
Dos cosas, pueden obviar el vino de arroz, personalmente me gusta el toque que le da, y por favor no agreguen sal, la idea es salar con la salsa de soja.
El vino de arroz lo consiguen en el barrio chino, es re barato y rinde muchísimo, aparte es dulzón y lo pueden usar para alguna otra preparación dulce.

Dedicado a nuestros viajes cantando.

domingo, 7 de agosto de 2011

Mona la cazadora






A Mona le gusta correr por el departamento tras mis tobillos mientras pega zarpazos, y mordiscones. También, suele dar saltos en el aire, intentando adueñarse de imperceptibles pelusas. Otra cosa que le apasiona son mis cortinas naranjas, trepa alto, muy alto para después esperar que yo, su madre sustituta, la rescate. Le gusta el atún, su ratón de peluche y los mimos.
Unas noches atrás se quedó obnubilada por la sonoridad de la tele, sin poder ignorar aquellas piezas de colores que se movían con gracia y velocidad. Observé como su cuerpito realizaba un pequeño vaivén con su manito levantada, pero no le presté demasiada atención. 
El sábado fue puro remoloneo matutino, entre mimos y ronroneos Mona atacó mis manos, pies y rodillas; el almohadón y miles de pelusas juguetonas también fueron víctimas de sus manitos y dientes.
Hasta que no lo pudo evitar, ese pajarito azul dentro del televisor  era demasiado tentador, cantaba despiadadamente, volaba alto y virtuoso, la tentación fue inmensa para Mona. Uno, dos, tres, cuatro y ZAS! Con un salto en alto digno de olimpíada Mona se estampó contra el televisor para caer al suelo resignada y vencida.
Por la mirada desafiante de Mona hacia el televisor, la redacción cree que habrá una segunda parte de esta historia.





Budines

Esta receta es básica, ya que sirve para hacer budín de vainilla, de limón, marmolado, con miel y jengibre, etc.
Yo les voy a dar la receta para un budín pequeño, si lo quieren más grande sólo tiene que aumentar en proporción las cantidades

Ingredientes

·         1 Huevo
·         100 gs. De Azúcar
·         20 cc. Aceite neutro (girasol)
·         100 cc. De leche
·         Harina leudante cantidad necesaria


Primero baten el huevo con el azúcar hasta que quede bien blanquito y espumoso, después agregan el aceite y baten un poco más.
Agregan la leche  y mezclan bien, por último van agregando la harina tamizada de a poco, calculen para estas proporciones 300gs. pero no es exacto, yo les aconsejo que vayan integrando de a 100 gs.  La cantidad de harina no se las preciso porque va a variar según el tamaño del huevo y del saborizante que usen, si lo van a hacer de chocolate y usan cacao amargo va a llevar menos harina.

Yo a veces le pongo sólo extracto de vainilla, otra cascarita de limón, o miel y jengibre en polvo. También pueden separar la preparación en dos, ponerle una cucharadita de cacao en polvo a una parte y hacer marmolado, intercalando en el molde la parte de vainilla y chocolate.

Vuelcan la preparación en molde enmantecado y enharinado y lo mandan al horno en horno suave alrededor de 20/30 minutos. Está listo cuando lo pinchan y no se les pega la masa al cuchillo, no digo seco, porque al tener aceite es un budín un poco más húmedo.

Tip: Si le ponen nueces o frutas abrillantadas les aconsejo que las pasen por harina para que no se les vayan al fondo.
Tip2: Si lo hacen de chocolate pueden usar aceite de oliva, le da un saborcito muy rico!

domingo, 31 de julio de 2011

Personalmente, corazoncitos de limón

Personalmente
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Cuando empecé con la idea del blog de cocina, pensé… mantenerlo actualizado va a ser más fácil que en mis otros intentos. La cuenta era fácil, cocino todos los días, o casi.  Todos los días me pasan cosas y mi vida sin música solo transcurre mientras estoy dormida. Es más, ni eso, porque más de una vez he tenido sueños musicalizados.
Cuando lo abrí, inmediatamente pensé, qué locura, es imposible. Aunque cocine, aunque la rutina sea un montón de cosas que me pasan (y pesan)  y la música, una constante entre mil variables que me impulsa, que me inspira, es imposible.  Imposible, porque cocino todos los días, o casi, porque todos los días me pasan cosas, porque trabajo miles de horas…
Pero,  también, era imposible terminar una carrera, enamorarme, vivir sola, mantener un trabajo, una gata y cocinar. Personalmente, creo que  puede ser una locura…pero seguiré intentando, como con esas recetas que no salen, como con la prolijidad que se me niega…porque era imposible, pero hoy paso mis tardes en mi casita, con Mona, y tomo mate con mi amor mientras (nos) cocino corazoncitos de limón.

Corazoncitos de  limón
Ingredientes
  • 100 gs de manteca
  • 150 gs de azúcar
  • 2 huevos
  • 350 g de harina leudante
  • 100 g de fécula de maíz
  • 1 cda de ralladura de limón
Primero hay que unir la manteca pomada con el azúcar, una vez que está blanquito le agregan la ralladura de limón y los huevos.
Una vez que todo eso está unido agregan los secos y dejan enfriar la masa en la heladera, media hora en lo posible.
Estiran la masa  y con un cortador, o en su defecto un vaso, le dan las formas.
Si quieren pueden pintar con clara de huevo y espolvorear con azúcar.
Lo llevan a horno suave, hasta que están firmes o doraditas según las quieran más blanditas o crocantes.
Como la masa tiene fécula van a durar un poco más, les recomiendo que las guarden bien, en una cajita de lata o una bolsita con cierre zip.


Dedicado a todo aquel que sigue intentando imposibles.
Y a mi querida amiga y sus bellas cajitas, Antonella.
http://enflorcactus.blogspot.com/

jueves, 26 de mayo de 2011

Que la rutina no te/me alcance.



Dicen que la rutina puede terminar con el amor. Y la verdad, señores  y señoras, a veces tengo miedo.  Miedo a que la rutina nos alcance, es que, hay muchas cosas rotas. Y aunque todas tienen arreglo me temo estar muy cansada para arreglaras. Me causa angustia que el agotamiento cubra entero mi cuerpo y mis ganas.  Qué un día se convierta en muchos días, en una vida sin ganas de cocinar algo nuevo, que lo fácil gane este partido que empezó el día que me mudé. Y  ya no pueblen  frasquitos nuevos mi alacena, o perfumen nuevas hierbas mi balcón.


Tip para papas al horno
Si no le ponen sal cuando las mandan al horno no se van a pegar (le ponen sal después).  Recomiendo unos hilitos  de aceite de oliva y romero, o pimentón cuando las sacan del horno. 


jueves, 31 de marzo de 2011

Salsita mágica para bondiola a la parilla




Bondiola San Rafaelina

En mis días de descanso conocí gente nueva, hermosa gente, de esa  que te comparte historias y no te cobra, de esa que se aprende, de esa que se quiere con el alma en una picada. De esa que te muestra la historia como un libro con páginas escritas ayer.
En San Rafael aprendí muchas cosas, una es disfrutar una copa de Malbec de tanto en tanto, otra que no hay despertador más dulce que el vals que bailan los álamos con el viento, que el agua es un recurso muy valioso que no hay que dejar correr sino guardar en cofres hechos de montaña.
Mis ganas de cocinar me acompañaron de vacaciones, así que experimenté condimentos para que los asadores, Uli y Fer, se luzcan. Así que aquí va mi salsita especial  para Bondiola de Cerdo.
·         Aceite de oliva mendocino
·         Pimienta Rosa (en ese caso recién arrancadita)
·         Pimienta blanca
·         Romero
·         Sal
·         Mostaza (1 cdta.)
·         Juga de Limón
·         Vino tinto (el que usemos para comer)
Marinan un ratito la bondiola, mientras está en la parrilla van rociando de tanto en tanto para rectificar. Y del resto se encargaron los asadores!!!


PD: Dedicado a Ulises y Fernanda, amigos del camino. Y den gracias que no subí poierita cantado por mí!

martes, 11 de enero de 2011

Cuadraditos de Limón




De muy  pequeña  solía pasar las tardes en la casa de mi nona, un poco porque tenía la pileta y otro porque con los años me enteré de que yo era su debilidad y ella la mía. 
Era una gran cocinera,  me quedaba paradita observándola. Apenas si llegaba al ras de la mesada  (la altura nunca fue un don para mí concedido) me estiraba lo más que podía y apoyaba la pera, abría los ojos grandes y era como estar en un programa de cocina sólo para mí .
La  veía preparar pizza rellena, torta de arroz, fideos con los rayos de la bicicleta, la sopa así fuera verano.  Recuerdo que cada mediodía cuando volvía del jardín ella me estaba esperando en la puerta con su  delantal floreado.
Era  una artista, un ser de otra galaxia a las órdenes del buen sabor  y yo, su ayudante. Mi tarea, muchas veces, consistía en ponerme su delantal y juntar limones, ella me explicaba cómo hacer para que no se caigan, me enseñaba a elegirlos, olerlos, será por eso que todo postre con limón me encanta.
Los invito a preparar unos cuadraditos de limón muy fáciles y ricos, se cocinan súper rápido, así que vienen bien para encender el horno  un ratito y escribir en nuestros libros de la buena memoria.


RECETA

  • ·         80gs de manteca
  • ·         200gs de azúcar
  • ·         1 Huevo
  • ·         Ralladura de 1 limón
  • ·         150 cc de leche
  • ·         150gs de Harina
  • ·         1 pizca de sal
  • ·         1 cdta. Polvo para hornear

Primero baten la manteca pomada con el azúcar hasta que quede clarito, le agregan el huevo y la ralladura de limón.
Una vez que está integrado van agregando la leche y la harina (con la sal y el polvo para hornear) alternadas, un poco y un poco, hasta que esté todo integrado.
Lo vuelcan en un molde enmantecado y enharinado, yo suelo espolvorearle azúcar por arriba para que se haga una cubierta crocantita, sino le pueden poner azúcar impalpable después de cocinarla.
Va a horno moderado, alrededor de 30min, pero depende mucho del horno así que controlen, ante la duda la pinchan con un cuchillo y si sale seco ya está lista.

Mientras disfruto de unos cuadraditos de limón con unos mates, pienso en escribir en los libros de la buena memoria, mi buena memoria,  soñando que puedo cocinarle a mi nona, que sea la invitada de lujo en mi cocina.